Es momento de virtualizar tu puesto de trabajo

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La lista de excusas se acaba, ya ha llegado el momento de virtualizar tu puesto de trabajo. Los peros no sirven ante las distintas trabas que has ido formulando en los últimos tiempos porque la misma tecnología se ha encargado de desmontarlas una a una. ¿Razones de almacenamiento? ¿La experiencia gráfica que no es muy allá? ¿Dificultades para el despliegue total del puesto de trabajo? Excusas. Y, repetimos, ya se te han acabado.

En otros tiempos mirabas con mucho recelo todo aquello que oliera a virtualización del puesto de trabajo. Generalmente tirabas de excusas para no desarrollarla en beneficio propio. ¿A que podemos asegurar cuáles eran dichas excusas? ¿Tenían que ver con el almacenamiento necesario para soportar la carga de la virtualización, que se te marchaba de presupuesto? ¿Y también con la experiencia gráfica, que no te convencía en absoluto? ¡Ah! También que si los puestos de trabajo que no son fijos cuesta mucho desplegarlos. ¿A que hemos acertado esas tres? Las mismas que ya no tienen sentido.

Ha llegado el momento de virtualizar tu puesto de trabajo.

¿Por qué?

En los primeros años, todo lo relacionado con el almacenamiento era una espina asociada a la virtualización del puesto de trabajo. Ahora, no. Porque ya no se trata tanto de capacidad ni de los costes de almacenamiento que supone el uso de esta tecnología. Su optimización permite ahora la entrega de soluciones que se pueden incorporar en un entorno virtualizado sin necesidad de realizar cambios en el hardware de tu servidor. Y se adaptan a los requerimientos de cualquier puesto de trabajo en lo que respecta a capacidad y rendimiento. Ya no vale hablar de las aplicaciones, que se instalan y se pueden usar en cualquier momento que accedas a tu puesto de trabajo sin importar si es fijo o no, o de si no son del todo compatibles con dicho puesto, cuyo diseño facilita su desarrollo en cualquier entorno virtualizado.

Excusa uno, finiquitada.

Los gráficos. Que si eran un truño, que te apañabas porque no te quedaba más remedio… La tecnología GPU ha avanzado una enormidad, y ahora es posible manejar un entorno virtualizado con la misma calidad de imagen que la de puesto de trabajo habitual, o incluso mejor.

La segunda, por el mismo camino de la primera.

Y en cuanto a la tercera… El coste del despliegue de un entorno virtualizado en nada se parece a las complejas operaciones de años atrás. Alternativas como DaaS te permiten acceder a las aplicaciones y soluciones que precisas para virtualizar tu puesto de trabajo sin necesidad de desembolsar un euro más por aquello que no vayas a necesitar. Así de sencillo.

La tercera excusa, como las dos anteriores, ha quedado derribada.

Ahora sólo queda pasar a la acción. ¿Cuándo piensas virtualizar tu puesto de trabajo? Nos lo contarás, ¿verdad?